Laura y Lara nos cuentan su experiencia como voluntarias ayudando a la Fundación Bertín Osborne
Nieves Gudiña Herrero
La actividad consistía en atender a los niños y niñas de la Fundación Bertín Osborne y sus hermanos y hermanas, mientras sus padres y madres asistían a un taller que impartía la propia Fundación sobre Afectividad y Sexualidad de menores con discapacidad.
Llegamos al hotel Atrium de Madrid a las 8,30 y estuvimos hasta las 14 h.
Nos presentamos entre todos los voluntarios (también había de otra entidad) y los de Fundación ONCE nos reconocimos fácilmente porque ya habíamos coincidido en otras actividades de voluntariado de Fundación ONCE y aprovechamos para recordar algunas de esas actividades con mucha alegría.
Fueron entrando los niños, con muchas ganas de conocernos y mucho entusiasmo por saber cómo iba a ir la mañana.
A cada voluntario se le encargó un niño para poder estar más centrado en sus necesidades y así conocerle más, pero entre todos nos ayudábamos si lo necesitábamos.
Pintamos cuadros con texturas, jugamos, bailamos, cantamos y muchas cosas más, con ayuda de los payasos del “Circo Piruleto”.
No paramos de bailar, correr y disfrutar. Ver la ilusión en los ojos de los niños y comprobar cómo estaban disfrutando con nosotros, hizo que más de una vez, saltasen las lágrimas de emoción en nuestros ojos.
La experiencia fue muy divertida y gratificante, y recomendaría actividades de este tipo a todo el mundo, porque la alegría de estos niños y su sonrisa hizo que nos fuéramos a casa con el corazón más que satisfecho.
Volveremos a repetir la experiencia.